El envejecimiento es una parte natural de la vida, pero sus efectos en nuestra cara pueden ser difíciles de aceptar. Saber cómo cambiamos con los años, es importante para mantener una piel lozana.
Los años de la adolescencia son difíciles en la piel debido al acné. Muchos jóvenes se exponen exageradamente al sol sin protección, sin saber que el daño de la piel en la juventud, son líneas que aparecen precozmente.
En los 20s, el problema del acné, por lo general, ha sido controlado. Es importante el uso de protector solar y de lentes de sol, para prevenir las líneas faciales.
Aparecen en los 30s los primeros signos de envejecimiento — finas líneas alrededor de los ojos e hinchazón alrededor de los párpados inferiores. Agregar a su régimen de limpieza es importante, una rica crema hidratante de noche es útil. Se pueden buscar productos que contengan antioxidantes como el té verde o vitamina C.
En los 40s y 50s se acelera la profundización de las líneas finas, especialmente alrededor de los ojos y la boca, convirtiéndose en pliegues. La grasa subcutánea de la cara, que da un aspecto uniforme a la superficie del rostro de una persona joven, va disminuyendo por zonas. La piel también pierde su elasticidad. Los procedimientos cosméticos son más eficaces en esta época: desde toxina botulínica y rellenos de ácido hialurónico hasta un lifting o levantamiento de cejas con una blefaroplastía, para mejorar una mirada cansada.